El pasado 18 tuve panoramas diociocheros: fui a la fonda, tomé terremoto, no me curé, pero sí me gané un gorro, un gorro ranchero rojo, bien feo, eso hice, entre otras cosas. A modo de paréntesis, gané el gorro porque estando en la fonda fui a pasear a la media luna, no había rodeo, sino boche y en el centro de la media luna un sujeto convocaba a las mujeres a jugar a "perseguir al pollo". Yo -2-3 terremotos encima- prendí y, con la agilidad que me caracteriza, me lancé piquero a la arena y perseguí no sólo un pollo, también un conejo, un chancho, y weón, una cabra. Evidentemente no di con ni uno, ni yo ni varias, pero a todas nos dieron un sobrero, toqué el rojo. ¿Tuve algún accidente durante mis persecuciones fallidas? Sí po, me saqué la chucha, pero me paré digna, súper digna. Filo, eso no es lo importante, la cosa es que el día anterior, en uno de mis panoramas, decidí-decidimos- ir al circo.
Llegamos al Circo de Pastelito y Tachuela Chico. Así corta, Pastelito es un payaso que triunfó en el extranjero, lo llamaron hasta del Cirque du Soleil, el weón choro les dijo que no, es hijo de Tachuela Chico y, se ha de saber, la familia de los Tachuelas tiene basta tradición circense, onda demás que inspiraron Las Montini, obvio que sí. "Los Tachuelas" es su nombre artístico, la familia se apellida Maluenda, una integrante es "Oscarita" (pero ella merece atención especial en mi, digamos, relato).
Mi acompañante, en ese tiempo mi pololo, por equis razón moría por ir al Circo de Pastelito, yo le dije sí al vamos. Hubieron muchas weás que nunca entendí bien de él, pico, ir al circo, pensé, igual entrete. Ese día, me sentí, un poco no más, como cachando qué onda la volá. Porque weón, a mi no se me hubiera ocurrido ir al circo, porque cada día voy a cosas más fomes o a cosas que impliquen tomar copete, en fin. Yo, fuera de ir a las picás como Touring o tugurios varios, y bueno, la gente cacha que apaño pa donde me dicen upa sin que haya que convencerme mucho, termino en cualquier parte, weás tujas -o el circo-. Aún así, me he ido aburguesando (me costó reconocerlo y escribirlo), entonces, estando en el circo, que es un espacio pal pico "cultura pop", me di cuenta de que hay tallas que son muy del vox populi y que yo no cacho, Y, no es que sean "flaites" y que yo sea "lo culta", no, onda son tallas que vienen del Morandé con compañia, del matinal, del comercial de los jugos, de Vale Roth, etcétera, de cosas entretenidas que dejé de pescar.
En vísperas de 18 de 2013, comenzó a sonar Nene Malo y su Bailan las Rochas y Chetas. En mi inconsciente el tema estaba en mi cabeza, pero el día ir a ver a Pastelito, el ídolo de mi ex, la canción quedó instalada en mi memoria, aunque harto tiempo después caché como se llamaba. Durante el espectáculo ponían la parte melódica a cada rato, no esa que es medio dance-trance, sino esa que es turra-reguetonera, pero a cada rato. Terminaba una presentación: pah, tema, webiaban a alguien del público: tema, entremés: tema, salía Oscarita Maluenda: tema. Fue el hit y la gente lo gozaba con el alma, ex y yo incluidos.
Después, momentos y días venideros, echamos caleta la talla con Rochas y Chetas. Hacíamos desayuno tarareando la weá, nos besábamos y seguimos con el tarareo, yo me duchaba recordando la melodía turronesca, veíamos tele, comerciales y webiabamos con el tema; qué horror. Así con el pololeo, el amour, las costumbres que nadie comprende y los temas-canciones que pasan a formar parte de la banda sonora de la relación (y da lo mismo cuales sean). Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiico: a los meses después el pololo se convirtió en ex. Tuve pena, mucha pena y pa peor escuchaba a Nene Malo sonando por ahí y más pena me daba. Conchesumadre, tema culiao.
2
En el verano, enero, conocí un chiquillo. Ya no había tanta pena. Seré lo indiscreta. El chiquillo vino del sur. Es profe y le hacía clases a niños de básica y, Nene Malo ya casi que leyenda, obvio todos los pendejos lo cachaban, pasó que los niños le pegaron el tema al profe. Eso dijo él. Este weón (que debo mencionar me hizo bien feliz el breve tiempo que anduvo por Santiago) andaba pegadísimo con el tema culiao, pero cuático. Cuando ya poco me acordaba de la weá, apareció este sujeto que mientras caminábamos por Lastarria me miraba con sus ojos negros, penetrantes, serios, ceño fruncido, pero cantándome: "punchi puchi/ chi chi pun/ bailan las rochas, también las chetas". Con esa imagen, un loco amante de Sol y Lluvia, pelo largo, ojos negros, enronqueciendo la voz, ¿cómo no cagarme de la risa? si se veía tan bacán. Entonces, a la mierda mis aprehensiones con Las Rochas y Chetas. Incluso un día estuvimos en el carrete de una universidad, solo los dos, solos sin nadie más de las y los conocidos, tomando terremotos de dos por luca quina, bailando hasta que nos apestaron los zapatos y nos quedamos a pata pelá, le boté un terremoto, cayó sobre nuestros pies descalzos. La risa, el verano, el pipeño, todo rico buena onda. Para coronar la velada, a propósito de que el joven dijo "¡Yo no me voy sin bailar Nene Malo!", fue como si el DJ lo escuchase porque a los diez minutos sonó "punchi punchi/chichi pun..." y ahí estuvimos nosotros, intentando bailar hasta abajo, a pata pelá. ¡Hermoso! Ecce el vuelco: el tema, en ese minuto fue nuestro. Nene Malo la hizo de nuevo, agregando romance a mi vida.
3
Ahora, hace poco. Me encontré con otro niño que también vino del sur (acá no hay besos ni romances eso sí, bu). La cosa es que entre conversa y chela, notar lo ñoños que podemos ser, que creo que él es, mil más que yo y me encanta que lo sea -y lo digo porque yo no me compraría un comic de El hobbit en catalán como él, bueno, sí pues o, aunque lo ame, no me leería los siete libros de Harry Potter, más bien porque soy una pajera, pero me encantó saber que él sí lo hizo- filo, terminamos hablando, caminando por Mapocho, porque parece que por ahí estaba sonando, de Nene Malo. Y ahí noté el protagonismo que ha cobrado Rochas y Chetas para mi. El cabro este me dice algo que hasta la fecha yo no había pensado y que es obvio.
La letra dice:
(...)Ah suena que suena que suena, suena mi bajo,
suena que suena que suena cuando yo paso suena que suena que suena es mi corneta
lo bailan las rochas también las chetas (...)
El amigo me dice "puta que es buena esta canción, cachai que habla de las flaites y las cuicas y cuando dice las chetas, que son como las cuicas, la música se pone trance". ¡Si po weón! Y continúa, "se podría hacer un estudio sociológico de la weá" Nuevamente, ¡si po weón! Logró que yo observará al tema como nunca antes, ya no como el recuerdo del desamor ni como la evocación del coqueteo love del verano, este weón me lo aterrizó. Gracioso que haya sido él porque de los tres weones a los que vinculo la canción, fue este último el que me lo presentó como objeto de estudio y reflexión. No es raro porque es don ñoño, pero me choca porque, sin desmerecer a los dos otros hombres, porque fomes no son, este último es el que más me hace reír, el más chistoso y fue el que me puso la weá seria.
Nos despedimos, nos separamos y una vez en el hogar tuve que escuchar a Nene Malo, otra vez.
En resumen, fuera de todo orden y número, no tengo mucho más que decir. Ya, en el caso 1, pienso y digo "barco pirata", en el caso 2 pienso y digo "ay, ¿lo veré de nuevo?" y me río y recuerdo y me río, risa de picara y en el caso 3 me río más todavía porque puta que me cae bien y pienso y digo "¡ojalá que nos veamos de nuevo!". En conclusión, Nene hoy me hace pensar en tres varones y, hay que decir, tiene todo bueno, nada malo. Nene, porfa, sigue sorprendiéndome, yo feliz.
Bonus
Oscarita Maluenda es la hermana de Pastelito. Me parece horrible que se autodenomine o que la bautizaran "Oscarita" y lo haya aceptado, pero cada loca con su tema. Compartiré una imagen, quizás fue la emoción del momento, pero ese día Oscarita se robó mi corazón cuando se deslizaba por el trapecio con esa malla enterita blanca, lentejuelas, mostacillas, ajustadita tipo colaless.
Oscarita Maluenda es la hermana de Pastelito. Me parece horrible que se autodenomine o que la bautizaran "Oscarita" y lo haya aceptado, pero cada loca con su tema. Compartiré una imagen, quizás fue la emoción del momento, pero ese día Oscarita se robó mi corazón cuando se deslizaba por el trapecio con esa malla enterita blanca, lentejuelas, mostacillas, ajustadita tipo colaless.